jueves, 18 de junio de 2009

Monográfico: LITTLE NEMO IN SLUMBERLAND II


Winsor McCay (1869, o 1871 según las fuentes -1934) revolucionó, sin duda, el mundo de la narración en imágenes, ya lo hemos dicho, con su LITTLE NEMO IN SLUMBERLAND, entre otras obras, pero también es necesario señalarle como uno de los precursores en el mundo de la animación.
Sus dibujos siempre demostraron el interés del artista por el movimiento. Era lógico, pues, que en algún momento esto fuera más allá. Una tarde cualquiera, dicen, se quedó mirando los flipbook de su hijo (que son esos libritos que en cada página tienen un dibujo, y al pasar las mismas rápidamente, parece que las imágenes se mueven de forma secuencial), lo que le motivó para enfrascarse el resto del día en la creación de una escena de 24 páginas, que mostraba a Flip (el payaso barbado amigo de Nemo) tomando una bocanada de su puro. Esto le convenció de que era técnicamente posible hacer dibujos animados como si de una película con actores y actrices de carne y hueso se tratase. Y siguió trabajando en ello. Dieciocho meses después había creado los dibujos necesarios para un film que se iba a titular LITTLE NEMO, y que se estrenaría en los cines en 1911 con una duración de más de 11 minutos.

Pero el público de la época no creyó que fuesen meros dibujos “[…] al fin y al cabo se movían […]”, por lo que se le ocurrió animar a un ser que se supiese desaparecido hacía millones de años, y surgió GERTIE (1914).

Cosas del destino, McCay se alejó de una próspera carrera en el mundo de la animación por culpa del contrato que había firmado con el New York American, algo que ya comenté en la primera entrada sobre este tema (Little Nemo in Slumberland I), o mejor dicho, el contrato que había firmado con el magnate William Randolph Hearst -1863-1985-).

Habría que esperar a los años 90 para que gente como el escritor Ray Bradbury y Jean Giraus (más conocido como Moebius, dibujante y guionista), entre otras personas, consiguieran hacer un largometraje del que la crítica ha sacado más cosas malas que buenas.

- Lo bueno: se destacan los guiños a la historieta en sí.

- Lo malo: para empezar, su grafismo Art Nouveau (líneas curvas y tendencia a la asimetría, por ejemplo) desaparece a favor de un mayor detallismo. Asimismo, al verse la imposibilidad de trasponer a un largometraje el despertar reiterado (que sucede al final de cada página), la película recurre a continuos (y falsos) despertares que aniquilan la sensación de ensoñación del cómic originario. Y como muestra, un botón, y hasta dos... si interesa ya seguirán ustedes con ello.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No conocía nada de little Nemo, muy interesante!!! Siempre he flipado con los flipbooks. De pequeño tenía alguno.

Sergio Mesa dijo...

joer, pues para ser una animación de 89 (la peli de moebius y bradbury) tiene muy buena pinta... y el comic, teniendo en cuenta que el 28 es mi cumple, me parece que pronto va a dejar de ser una cuenta pendiente ;)

Violeta dijo...

jaja, total, ponlo en la lista.