Otro de los personajes que me ha presentado mi sobrina es BOB ESPONJA, del que prometo hablar en otro momento porque semejantes incoherencias son para contarlas… Lo encuentro en Clan, y gracias a que me he acabado muchos de los capítulos de ese ser amarillo descubrí a otro personaje con serie propia (francesa, y creada y dirigida por Alexandre So) que merece (aunque sea la mía) una atención especial. THE OWL (2003-2006) narra pequeñas anécdotas vividas por un búho “[…] color rosa al que le persigue la mala suerte […]”, como explican en Filmaffinity.
Elaborada en el Studio Hari (una compañía independiente especializada en animación en 3D que ha desarrollado una línea editorial enfocada a las familias -sea lo que sea que signifique esto-), comenzó como un primer capítulo (con una cabecera que ya presagia problemas) de un minuto de duración y que terminó como una serie de 52 en la primera temporada, tal y como cuentan en su propia página, donde te dan la oportunidad de conocer a otras de sus creaciones.
Aquí pueden ir directamente a EL BÚHO y ver varios capítulos. Me encantan... sencillitos (hay que ver el provecho que le sacan a la simpleza estética del bicho) y llenos de humor negro (que me divierte en la animación especialmente).
MUJERES DESEPERADAS (2004-) tiene una de las cabeceras más llamativas (a mi juicio) y con más miga de todas las que he visto. Hablamos de la historia de la mujer a través de cuadros representativos y más o menos conocidos para la mayoría (en un intento de criticar la falta de igualdad –mucho más visible en el universo heterosexual- que nos ha reducido en muchos casos a las féminas al mero papel de cuidadoras del marido, las criaturas y la casa).
A partir de uno de los varios ejemplos de ADAN Y EVA (1531) de Luca Cranach el Viejo (1472-1553) y una manzanota inventada que aplasta al hombre (tal vez con la intención de demostrar que ya es hora de que los varones asuman que si comieron la fruta prohibida es asunto suyo –por supuesto, esto, si le damos credibilidad a lo que dice la BIBLIA-), se llega al antiguo Egipto con una superposición de litografías, creo, de la reina Nefertari (siglo XIII a C, esposa de Ramses II –siglo XIII a C-, madre de una cantidad indeterminada de chiquillada y a la vez –que lo cortés no quita lo valiente- una de las mujeres más influyentes en la política de su territorio, querida por su pueblo y posterior ocupante de la tumba más espectacular del Valle de las Reinas) a la que un grupo de pequeñitos egipcios aplastan sin compasión: una analogía, tal vez, para quienes creen que la posibilidad de parir es sinónimo de la obligación de ello, y por extensión, a la idea de quien los pare los cría y cuanta mayor cantidad, mejor).
A posteriori, entran en juego el RETRATO DE GIOVANNI ARNOLFINI Y ESPOSA (1434) de Van Eyck (-1390-1441-,
donde la mujer –¿embarazada?- barre que te barre la mierda que su compañerito tira sobre lo que ya está limpio y al que enlazo a una explicación mayor de la pintura por el amplio significado del cuadro en sí), y AMERICAN GOTHIC (de 1930, enclavado en el Regionalismo norteamericano –lenguaje que glorificaba las comunidades rurales dadas a la austeridad y al puritanismo-) de Grant Wood (1891-1942), donde un esposo (que mira a cámara) reseña con sus explícitos actos que mientras él conoce a otra chica (con apariencia de pin-up –según alguna fuente que leí, de Warhol, pero como no he podido corroborarlo sólo lo dejo caer-), ella debe recluirse en casa, en la cocina para ser más exacta, sitio en el que se transforma en lata de sardinas, una lata abandonada sobre el poyo (y a la que se le volverá a dar importancia cuando el maridín tenga hambre, o quiera una camisa limpia, o planchada o…, o…, o….
La modernidad entra en vigor y aunque la mujer del siglo XX ha conseguido algunas satisfacciones (trabajar para ganar su propio dinero, poder elegir a su futura pareja, llegar a estudiar una carrera universitaria, decidir en la crianza de sus hijos o hijas, o simplemente tomarse un café donde le apetezca) el patriarcado aún perdura y con ello la situación de desigualdad entre los géneros: veamos, ¿qué hacían los hombres norteamericanos –dado que la cabecera es de una serie estadounidense- a mediados del siglo?, luchar en la guerra, ¿y las
mujeres?, trabajar en las fábricas para que la economía del país no se debilitara y encargarse de llevar comida a casa, ¿qué hicieron los hombres al regresar de la guerra?, volver a las fábricas, con lo que adiós y muchas gracias para las que mantuvieron la economía nacional a flote durante estos años. Con esto quiero decir que hiciesen lo que hiciesen las mujeres siempre estuvo marcado (y aún lo está para la mayoría) por la decisión previa del varón. La diferencia de pensamiento queda clara si leemos las palabras del cartel de Dick Williams (que ni encontré cuándo nació ni sé si está muerto o no) que se muestran en la cabecera: “AM I PROUD!: I'M FIGHTING FAMINE,BY CANNING FOOD AT HOME” (algo así como “¡ESTOY ORGULLOSA!: ESTOY LUCHANDO CONTRA EL HAMBRE CON LATAS DE CONSERVA EN MI CASA”), un cartel de 1946 que comparándolo con su previo de 1944 nos deja más clara la idea explicada con anterioridad, “OF COURSE I CAN!: I'M PATRIOTIC AS CAN BE, AND RATION POINTS WON'T WORRY ME!” (que traducido sería “¡POR SUPUESTO QUE PUEDO! : SOY UNA PATRIOTA COMO DEBE SER, Y LOS PUNTOS DE
RACIONAMIENTO NO ME PREOCUPAN!”). La chica del cartel ha pasado en dos años de ser la encargada de buscar el pan fuera a encargarse de asegurarlo dentro. En ambos una mujer de ojos abiertísimos carga con dificultad muchas latas, incluida la señora transformada en conserva y esa archiconocida LATA DE SOPA CAMPBELL (de tomate) del ya mencionado Warhol (1928-1987), que mucha gente pone verde por simple y sin embargo, guste o no, fue (y aún es) un símbolo del arte popular bajo aquello que dice que todo es sensible de transformarse en arte (idea que los provocadores dadaístas –en busca de un lenguaje contrario al establecido en aquel momento- ya pusieron en marcha durante la segunda década del siglo XX).
El rollo pop prosigue con lo que yo creí que eran muestras de Roy Lichtestein (1923-1987), ¡mentira!, se trata de una mezcla entre COUPLE ARGUING y ROMANTIC COUPLE, ambos ejemplos de Robert Dale (del que tampoco hallé información) en los que se muestran dos parejas heterosexuales en diferentes circunstancias: la primera discutiendo, la segunda enamorando. Todo alude a la ola de agresividad experimentada en las últimas décadas (con más ganas, porque este tipo de asuntos no es nuevo) por los hombres que no creen en la igualdad de géneros, ola que se subraya porque cada vez existen más mujeres que toman de forma individual las riendas de su vida, lo que choca totalmente con las aspiraciones de los anteriores sujetos. El chico del primero y la chica del segundo son colocados en una única imagen (tal vez porque la chica de ROMANTIC COUPLE parece tener más seguridad que la pareja del joven de ARGUIN COUPLE): él parece maltratarla oralmente y ella, llorando, ni corta
ni perezosa, en un intento de variar la historia de sus congéneres femeninas, le larga un gancho de derecha que le deja un ojo morado. ¿Colorín colorado, este cuento se ha acabado?, ¿será que las mujeres se han puesto las pilas y han decidido gritar NO al maltrato de los varones con todo lo que esto conlleva?, ¿pero pegando ellas también?... La violencia sólo engendra violencia, nunca acaba bien, aunque con todo lo que se escucha en los telediarios apetece ir de heroína y transformarte en una chica con un bidón de gasolina y una cerilla y hacerlo estallar todo por los aires…
Para terminar, dos últimos detalles:
- La música se debe a Danny Elfman (creador también de las piezas de entrada de LOS SIMPSON, FUTURAMA, y temas de BEETLEJUICE, SLEEPY HOLLOW, SUPERMAN, SPIDERMAN… ¡vaya tela!).
- Las diferencias temáticas entre las distintas temporadas ha dado lugar a muchas fotos y videos promocionales geniales que para no alargar más esta entrada he resumido con un video que las une todas al compás del COME ON CLOSER de Jem (tema que sirvió para el lanzamiento de este montón de señoras desde su primera temporada). Dicho video nos muestra partes de las segunda temporada –donde usaron las manzanas como símbolo de la tentación-, de la tercera –en la que se deja claro que la ropa sucia se lava en casa-, de la cuarta –que habla de los secretos mejor guardados entre fotos ambientadas en los años 50 al son de Jennifer López-, de la quinta –que usa otra vez las manzanas- y de la sexta –donde queda claro que las amas de casa también pueden ser peligrosas-: una colección de imágenes que quitan el hipo (pese a la rotunda falta de naturalidad en todas ellas).
Para todas aquellas personas que afirman que mi habitación de la COCINA en relación al arte no tiene razón de ser…
En 1881 “Don Valeriano López Lloret […] adopta el oficio de xocolater e inicia la actividad que dará lugar a la empresa actual […]” de Chocolates VALOR. Lo entrecomillado son palabras textuales de una firma que comenzó hace 127 añitos y que, con motivo de su 125º aniversario ha creado una sección especial en su página que me ha hecho la boca agua.
Yo no tengo especial debilidad por los chocolates de esta marca, sí por el chocolate en general, más que debilidad, adoración, es lógico pues que la tome en cuenta, sí por todas las maravillosas formas en las que puede llegar el chocolate hasta mí; tal vez por eso esta sección me llamó tanto la atención. En ella se narra la historia de VALOR en una pestañita que reza LA HISTORIA MÁS DULCE, o la historia del chocolate en otra llamada UN PASEO POR LA TRADICIÓN; elaboración, cata, surtido especial para el evento de bombones y de trufas en UNA FIRMA QUE DA SENTIDO AL PLACER que me puso los dientes largos, largos… ¡qué bonitos, no me duran ni una tarde!, y finalmente ARTE EN CHOCOLATE, donde nos dan a conocer a los maestros Xiu Xul y Lluís Morera y una serie de esculturas, poquitas, que seguro me harían acabar en el calabozo por daños a la propiedad privada.