Mi intención con esta nueva etiqueta es formar pequeñas fichas técnico-artísticas sobre obras a las que he tenido acceso directo. Aunque parezca que es por presumir, no es tanta mi vanidad… apenas he viajado, no puedo contar mucho, pero lo que cuente lo haré con verdadero entusiasmo hacia el Arte.
He elegido, para empezar, una muestra que no está en los libros, que casi nadie conoce, que a mucha gente no impresionará… Se trata de una fotografía en blanco y negro hecha alrededor de los años cincuenta en un pequeño estudio de Santa Cruz de Tenerife; en la actualidad la original está casi destruida, pero las nuevas tecnologías han permitido hacer una copia restaurada: es la que presento aquí. La autoría individual es improbable de concretar, la ubicación exacta de la original es la casa de mi tía; su descripción es sencilla: sobre fondo neutro, una mujer, vestida con un traje de la época, peinada también a la moda, sonríe con dulzura a la cámara.
De esta obra de arte no me interesan la fecha, ni quién la hizo, ni dónde, ni bajo qué técnicas… eso sólo amplificarían mis conocimientos sobre ella y no lo que me hace sentir. No me interesa la supuesta psicología de la retratada, yo sé su verdad. Es por eso por lo que la primera entrada del Altar no tiene la ficha base que acompañará al resto de lo que cuelgue aquí. Lo único importante de esto es quién es la mujer de la foto.
Mi madre: la primera mujer de mi vida, la única constante...